Solo el 6% de las PyMes usan TICs

A pesar del avance tecnológico a nivel global, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en México enfrentan un notable rezago en la adopción de tecnologías de la información (TICs). Este desafío obstaculiza la competitividad de nuestras empresas nacionales en el mercado global y frenan el crecimiento económico del país.
Estudios de Zoho Corp, estiman que sólo 6% de las PyMes en México utilizan TICs. Éste tema es crítico si consideramos que en México existen más de 4.2 millones de unidades económicas, de las cuales 99.8% son PyMes, las cuales representan 52% del PIB y generan el 72% del empleo del país.
A pesar del crecimiento significativo en el sector tecnológico, existe una marcada brecha digital. Muchas PyMes carecen de acceso adecuado a tecnologías digitales y no están capacitadas para utilizarlas efectivamente, lo que se traduce en una limitada productividad y competitividad en el mercado global.
Según datos de la OCDE, México invierte significativamente menos en investigación y desarrollo (I+D) en comparación con otros países. De modo que las universidades y tecnológicos del país tampoco están formando a suficientes profesionales STEM que hagan frente a la escasez. Peor aún, de las generaciones que logran graduarse, en la mayoría de los casos, los perfiles con excelencia son reclutados o consiguen emplearse en el extranjero, especialmente Estados Unidos, alimentando una dolorosa fuga de cerebros.
Todo esto añade más y más barreras de entrada para que las empresas desarrollen su propia tecnología y se vuelvan más competitivas. Pero entonces, si el país no está siendo autosuficiente tanto para producir ni operar su propia tecnología, ¿de dónde la obtenemos?
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A pesar de ser un importante proveedor de servicios tecnológicos, México depende en gran medida de tecnologías desarrolladas por empresas extranjeras, asiáticas especialmente. Esto reduce la flexibilidad y aumenta su vulnerabilidad al depender tanto de una cadena de suministros global susceptible a cambios geopolíticos, catástrofes naturales y, como recién lo vivimos, a la escasez derivado de la pandemia de 2020.
A este hecho se suman que las empresas con baja adopción tecnológica y dependientes de soluciones extranjeras quedan destinadas a la obsolescencia tecnológica y a una limitada capacidad de implementación y mantenimiento de sistemas complejos.
En conjunto, todos estos factores contribuyen a una menor productividad, una mayor vulnerabilidad y una menor capacidad de innovación en el tejido empresarial mexicano.
Aunque el día a día es complicado para las empresas que ya están produciendo. Sí es imperativo sugerir a los tomadores de decisiones gubernamentales, establecer una colaboración estrecha entre el sector privado y las instituciones educativas para desarrollar un programa sólido y generoso de cooperación a largo plazo. Un sistema educativo sólido, actualizado y ágil que prepare a individuos cada vez más competitivos dentro del mercado nacional.
Y por otro lado, en el ahora, es necesario un impulso mayor a empresas nacionales que facilitan el desarrollo tecnológico a las PyMes. Robustecer a estos aliados tecnológicos, significa desarrollar un ecosistema de laboratorios de software y hardware como Connectia, que manufacturan de forma local, cercana y asequible, y que priorizan la innovación y experimentación tecnológica flexible, a la medida y al tamaño de los problemas de las PyMes.
La alarmante cifra de solo el 6% de las PyMEs mexicanas utilizando tecnologías de la información expone una profunda brecha en la competitividad y el crecimiento económico del país. Este rezago es resultado de múltiples factores, entre ellos, la falta de acceso a tecnologías digitales, la escasez de profesionales capacitados y la dependencia de soluciones extranjeras. Para revertir esta tendencia, es crucial que se establezcan alianzas estratégicas entre el sector educativo y el privado, fomentando un ecosistema que potencie la innovación local. Solo así, México podrá equipar a sus PyMEs con las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del mercado global y asegurar un futuro más próspero y sostenible.