December 11, 2024

Connectia: Made in México

Made in México

La industria electrónica en México enfrenta una paradoja significativa, mientras el país atrae inversiones millonarias provenientes de 487 empresas dedicadas a la fabricación de productos electrónicos, existe un vacío crítico en la producción de bajos volúmenes.

La necesidad de manufactura electrónica a baja escala en la era del nearshoring

La industria electrónica en México enfrenta una paradoja significativa, mientras el país atrae inversiones millonarias provenientes de 487 empresas dedicadas a la fabricación de productos electrónicos, existe un vacío crítico en la producción de bajos volúmenes. Esta situación limita la capacidad de emprendedores, startups y empresas locales para desarrollar y fabricar productos innovadores y competitivos.

Contexto

En las últimas décadas México se ha posicionado como un jugador clave en la manufactura electrónica a nivel global, atrayendo una inversión extranjera directa que, según la Secretaría de Economía, ya supera los 12, 830 millones de dólares.

Estados Unidos, Corea del Sur y Taiwán, son los países que lideran el flujo de inversión, mientras que Baja California, Tamaulipas y Jalisco, han sido históricamente los centros de atención para el sector industrial. Sin embargo, esta industria se ha enfocado principalmente en la producción a gran escala para grandes empresas multinacionales.

Esta especialización ha dejado un vacío en el mercado para aquellos que buscan desarrollar productos electrónicos a menor escala, como prototipos, pruebas de concepto y pequeñas series, necesarios para la innovación en la creciente demanda nacional de dispositivos médicos, automatización industrial, internet de las cosas, sistemas automotrices y robótica.

Una Brecha en la Innovación

La crisis de semiconductores sufrida a partir de la pandemia, nos hizo replantear nuestro lugar dentro de la cadena global de suministros. Si bien todas las empresas experimentaron interrupciones o vulnerabilidades en su producción debido a la escasez de componentes, muchas otras, en su mayoría startups y empresas emergentes no lograron salir adelante.

A este factor hay que sumarle las barreras de entrada relacionadas a las altas inversiones iniciales y la complejidad de los procesos de producción. Esto termina por desalentar a los emprendedores y a optar por importar componentes costosos y poco flexibles en diseño y producción que, al mediano plazo, termina por aniquilar cualquier espíritu innovador y capacidad de experimentación en el desarrollo de prototipos de nuevos productos y tecnologías.

Aprovechando el Potencial Local

Para superar esta brecha y fomentar la innovación, se requieren soluciones que permitan a las empresas nacionales y relocalizadas en el país, producir en pequeños volúmenes de manera eficiente, rentable y flexible. Por un lado, el gobierno mexicano debe implementar más políticas que fomenten la innovación y el emprendimiento en el sector tecnológico.

Así mismo, es fundamental fortalecer la vinculación entre las universidades y las empresas para promover la investigación aplicada y la transferencia de tecnología. De este modo se logrará el desarrollo del talento local en áreas como el diseño electrónico y la ingeniería.

De acuerdo con la Cepal, aunque México es el segundo exportador mundial de equipos electrónicos, el 97% de los componentes utilizados por esta industria son importados principalmente de China, Japón, Corea del Sur y Taiwán, de modo que, otro camino que también se debe explorar es la creación de una cadena de suministro local más robusta que garantice la reducción de costos y tiempos de entrega. Esto aumentará la resiliencia de la industria ante crisis globales futuras.

Ahora bien, nada de esto tiene mucho sentido si no se estimula la creación y crecimiento de fabricantes especializados como Connectia, que juegan el rol de laboratorios y espacios para el diseño, la experimentación y la manufactura a baja escala de prototipos ciber-físicos, necesarios para el despegue de una tecnología 100% hecha en México.

Perspectivas Futuras

La crisis de semiconductores y los desafíos globales en las cadenas de suministro han puesto de manifiesto la importancia de la producción local y regional. El nearshoring representa la prueba de fuego de México para atraer no solo inversiones, sino consolidar su posición en la industria electrónica Latinoamericana y en América del Norte.

Al ofrecer opciones diversas de producción a pequeña escala y una mano de obra calificada, el país puede convertirse en un destino atractivo para empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro y desarrollar productos innovadores.

La verdadera revolución tecnológica en México no está en las grandes fábricas multinacionales, sino en las empresas locales que entienden que cada proyecto, cada prototipo y cada idea merece una oportunidad.